sábado, 29 de marzo de 2008

Poemas de Consuelo Ruedas

Nos morimos, amor,
y nada hacemos sino morirnos más
hora tras hora,
y escribirnos y hablarnos y morirnos.

Jaime Sabines


Gracias por despertarme, no puedo ahogarte… Josuhé

I

Seamos cómplices de nuestros pecados,
con dos o tres mentiras
en la luna llena.

II

Es posible que apagues tus ojos,
y el sabor y el aroma del mar,
penetren tu cuerpo y adquieran tu forma.

III

Soy tu centro,
el espacio,
en este poema de origen divino.

IV

Basta mi jornada de a-mar-te,
hoy,
mañana,
el fin de semana próximo.

V

Soy la serpiente en derredor de
tu tronco de agua,
la mar,
la tierra.

VI

A través de la penumbra,
casi a ciegas,
a tientas,
me suicido en tus labios.

VII

Dioses y demonios sueltos.
Se azota un rayo
en el tronco de la hoja.
Surgen yescas azules.


VIII

(Metamorfosis en incendio)
Imagine-se Usted
nada más,
¡qué deseos de quemarme en su boca!

IX

¿Continúa la espera?
(Ateísmo-aroma-azul).
Ya ve Usted, arden mis poros,
asfixiándome en su piel.

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