sábado, 12 de abril de 2008

El exilio y la apariencia, de Jean Baudrillard


Servando Becerra

El exilio y la apariencia es un libro que permite al lector penetrar en un formato distinto del que Jean Baudrillard (filósofo, sociólogo, también dicen que poeta) acostumbraba emplear. Por medio de un conjunto de “superficies significativas” (Vilem Flusser) Baudrillard desarrolla un lenguaje, ese sí muy a su estilo, que desdobla al objeto estético por medio de una desacralización y vanalización, ya que según para este pensador francés, no hay nada más lamentable que la estetización fotográfica. Desde esa premisa Baudrillard cuestiona, a través de sus imágenes, a la fotografía como un Bello Arte. En El exilio y la apariencia las fotografías no son construidas sobre arquetipos armónicos conforme un estética determinada que replantean los elementos semióticos del objeto fotografiado, no, más bien son “textos” (quiero creer que a Baudrillard le hubiera gustado el símil) en calidad de meras imágenes, de meras instancias significadas que sencillamente está “ahí” (no Heidegger), no hay más, ya que siguiendo las palabras de Baudrillard la fotografía no nació junto con el estrépito del arte, sino que vino de una esfera distinta. Si bien, tiene que ver con la aparición engañosa del arte, también es cierto que la fotografía puede alejarse de las circunstancias expresivas del mismo. Es así como El exilio y la apariencia a mi parecer, es un reflejo habitual, una luz cualquiera que no por tener esa cualidad es menos intensa.

---
Nota pedante: Para profundizar en las ideas estéticas de Jean Baudrillard consultar: El complot del arte (Anagrama) y El paroxista
indiferente (Anagrama).

No hay comentarios: