José Ricardo Báez González. Colombia.
sábado, 26 de abril de 2008
El interfecto amor
José Ricardo Báez González. Colombia.
Desventuras del profesor que escribe
Siempre tendrá un doble pretexto para justificar sus infidelidades a los que considera polos de su vida: no puede escribir porque tiene toneladas de trabajos que revisar. No puede ser un buen profesor porque sus energías mejores están dedicadas a la literatura. Uno, acaso el más pedante, dirá “mi obra”. Como nadie vive aún de lo que escribe, el escritor en ciernes ingresa en una carrera humanística, casi siempre de letras. Si verdaderamente ama a la Ingrata -la literatura- con la ingenuidad y la devoción de amateur, pretende servirla con absoluta entrega, enseñándola. De las actividades laterales a la escritura misma, la de profesor es la que más se le aproxima y la que se encuentra al mismo tiempo más lejana.
Notas azules*
1. Es el tipo del día donde cada uno, hasta el cajero, parece estar cerca de las lágrimas.
2. …en la galleta de azúcar del reflector.
3. El poema es un lugar para ocultar cosas a guisa de revelación.
4. Tal como solía fantasear sobre la vida secreta de los objetos, entonces la poesía se hizo un modo de fantasear sobre la vida secreta de las palabras.
5. Mi niñez: una torpeza tan robusta que nadie podría derribarla.
6. La verdad sobre el Modernismo: parece como si cada uno fuera todavía el Finnegan’s Wake.
7. Puedo imaginarme a un Gulliver atado con perfume —flores en vez de cuerdas.
8. El pensamiento de tabloide es el triunfo de la democracia: la venganza sobre cualquier persona que pensó que ellos eran mejor que nosotros.
9. Los tarros hacen que usted ponga en ellos el brillo. Wallace Stevens sabía de los placeres de los tarros. Exhibición de tarros mientras que las cajas ocultan y entierran. La caja última es un ataúd.
10. Nos olvidamos que ser un buen oyente también significa escucharnos a nosotros mismos.
11. Quiero leer, pero estoy demasiado cansada. Mis palabras guardan el deslizarse de los ojos en la página.
12. La voz de la mayoría que me parece oír ahora mismo —¡El dinero!
13. Corto de espíritu.
14. Ha cogido un tufo de relámpago directamente antes de irse a la cama.
15. Sobre la persistencia de las jerarquías: “... el espíritu de la gente menos importante también fue a la morada del bendito, pero no cortaron mucho a la figura que allí estaba; mientras los plebeyos no tenían alma en absoluto o, tenían almas hechas de una materia pobre y atenuada que ellas fallecieron junto con el cuerpo,” (C.E. Vulliamy)
16. Como campanas que suenan en una película silenciosa.
17. MIÉRCOLES DE CENIZA
Exprime
por la parte más oscura --
palabras llanas
conseguidas detrás del olvido.
Cenizas
más suaves que la piel.
18. La tierra es finita. Pero el mundo sigue haciéndose más grande. Demasiado grande para solamente este planeta, para sostenernos en su vistazo que nos hace girar.
19. El olor de pan de jengibre en el vestíbulo y, de la puerta de un vecino, el cacareo de una bruja de historieta.
20. Ansiedad de Separación: dolor de fantasma en el miembro fantasma del terapeuta.
21. Retrocesos Eróticos: El limpiaparabrisas silba como el péndulo en la película “El pozo y el péndulo” como cuando roza el estómago del protagonista. El rayo láser que mueve poco a poco su camino hacia la entrepierna de Sean Connery en “Goldfinger”. Ambos hombres atados —desvalidos contra la tecnología, sin ser ello barbárico o muy avanzado.
22. Sólo la música puede transportar, caminar y volar al mismo tiempo: el bajo sobre la tierra, la flauta en el aire.
23. Un rasgo heredado: petición de direcciones y puntual olvido de ellas.
24. “Sus mentes están siempre ocupadas —siempre adornando.” (Mi madre sobre nuestros parientes)
25. Mirar antes-y-después cuadros de gente en el cielo.
26. Encuentro los espacios en blanco necesarios para vagar y crecer adentro.
27. “Yo” en mis propias manos.
...
*Elaine Equi ha publicado seis libros de poesía. Su trabajo ha sido recogido en las antologías Postmodern American Poetry: A Norton Anthology y en The Best American Poetry en las ediciones de 1989, 1995 y 2002. Creció en Chicago, actualmente vive y enseña literatura en la ciudad de New York.
Nota: El texto en ingles fue tomado de la revista norteamericana Cross Cultural Poetics No 3. La traducción que publicamos es de Raúl Vázquez (versión aún de borrador).
¿Todo bien? de Nadia Villafuerte
La escritura de Nadia Villafuerte incomoda. ¿Todo bien? (Dirección de Educación y Cultura del H. Ayuntamiento de Yajalón-Ediciones de el animal-CONECULTA CHIAPAS, 2007), su tercer libro de relatos, no es la excepción.
sábado, 12 de abril de 2008
Una breve historia
Una tarde calurosa en Padua, lo llevaron hasta la azotea y él pudo observar el pueblo desde el punto más alto. Había vencejos de chimenea en el cielo. Después de un rato oscureció y las luces se encendieron. Los demás bajaron llevándose las botellas con ellos. Él y Luz pudieron escucharlos abajo, en el balcón. Luz se sentó en la cama. Estaba fresca y tranquila en aquella noche calurosa.
...
Poema de Marilyn Hacker
Un mesa significa no es cierto mi amor significa toda una estabilidad
Gertrude Stein: Tender Buttons
Fetas de jamón, paté, salchicha, sobre hojas de lechuga;
coliflor, trozo de pato en salsa de vino
amarronada; lechuga, repollo crudo, vinagre y aceite;
un cuadrado de torta de nuez con escarcha de moca;
Camembert en una hoja verde, pancito duro, manteca;
media botella de champagne, café negro.
Medialunas, manteca, jugo de naranja, café.
Beaujolais versus St. Emilion. Hojas ganchudas
con queso de oveja rallado; caracoles en manteca de ajo;
lechoncito rostizado crujiendo en jugo; vino tinto
en una jarra de vidrio; mousse de chocolate. Aliento que empaña
el vaso en tu mano. Brandy en la cama. El aceite
costó caro, en botellones. Sin aceite
comimos endivias, queso de cabra. No hay café-para-llevar
en París. La crème fraîche, en picos como escarcha;
hojas verdes como plumas, ahuecadas, te sirvieron de cuchara
con las piernas cruzadas en la cama. Descorchamos un vino
con mi navaja Suiza. Entre crema ácida y manteca:
chupo dedos de crema. El cubo de manteca dorado a la hoja
que diseñaste, entre etiquetas de mermelada, en óleo
pastel. Las lenguas se suavizan en el vino tinto, joven y áspero.
El borde marrón del dibujo es un arroyo de café.
Guardás una mandarina con dos largas hojas curvas
que la engloban. Chocolate oscuro, como escarcha que rebalsa
fuera del bol. A la mañana, el rocío empaña
los cristales planos. Medialunas, tostadas y manteca.
Todavía tenemos sueño, pero no dejamos
ni una miga. Aprieto tu cachete aduraznado; aceite caliente
mana de la fuente mientras el primer café con leche
se vierte copioso. No tenés crayones para los colores
del vino. Podríamos beber sólo vino blanco
pero es demasiado frío. Los charcos de lluvia se escarchan,
congelados. Planeamos excursiones con más café.
Doblás las etiquetas de la jalea de grosella y de la
manteca. En Florencia habrá aceite de oliva
barato, en latas barrocas. Nuestro tren parte
a las siete. Dejo nuestro vino de Año Nuevo
escarcharse en la cocina. Arcoiris de aceite
se arremolinan en aromas cálidos: pan fresco con manteca, café fuerte.
...
Marilyn Hacker nació en 1942 y se crió en el Bronx, Entre sus libros podemos citar Presentation Piece (ganador del National Book Award en 1975), Separations y Taking Notice (los tres recogidos en el volumen First Cities de 2002), Love, death and the changing of the seasons (novela en verso), Squares and Courtyards (2000) y Desesperanto (2002). Sus Selected Poems 1965-1990 obtuvieron el Poet's Prize en 1996. Vive entre París y Nueva York, donde dicta clases en el City College.
El exilio y la apariencia, de Jean Baudrillard
El exilio y la apariencia es un libro que permite al lector penetrar en un formato distinto del que Jean Baudrillard (filósofo, sociólogo, también dicen que poeta) acostumbraba emplear. Por medio de un conjunto de “superficies significativas” (Vilem Flusser) Baudrillard desarrolla un lenguaje, ese sí muy a su estilo, que desdobla al objeto estético por medio de una desacralización y vanalización, ya que según para este pensador francés, no hay nada más lamentable que la estetización fotográfica. Desde esa premisa Baudrillard cuestiona, a través de sus imágenes, a la fotografía como un Bello Arte. En El exilio y la apariencia las fotografías no son construidas sobre arquetipos armónicos conforme un estética determinada que replantean los elementos semióticos del objeto fotografiado, no, más bien son “textos” (quiero creer que a Baudrillard le hubiera gustado el símil) en calidad de meras imágenes, de meras instancias significadas que sencillamente está “ahí” (no Heidegger), no hay más, ya que siguiendo las palabras de Baudrillard la fotografía no nació junto con el estrépito del arte, sino que vino de una esfera distinta. Si bien, tiene que ver con la aparición engañosa del arte, también es cierto que la fotografía puede alejarse de las circunstancias expresivas del mismo. Es así como El exilio y la apariencia a mi parecer, es un reflejo habitual, una luz cualquiera que no por tener esa cualidad es menos intensa.
Nota pedante: Para profundizar en las ideas estéticas de Jean Baudrillard consultar: El complot del arte (Anagrama) y El paroxista indiferente (Anagrama).
sábado, 5 de abril de 2008
***
Una voz llega a Valdivieso en la obscuridad. Imaginar.
«Une musique pour Valdivieso», novela fragmentaria a varias manos por entregas.
Unos suben y otros bajan (sobre una fotografía de Lola Álvarez Bravo)
Ya estoy cansada de esta vida, vieja y aburrida, por el tipo de vida que tengo, pasando frío, viendo cosas raras y terribles.
*Abel Isaías Sántiz Hernández estudia en la Escuela Secundaria Técnica Industrial No 36 de Altamirano, Chiapas. Es integrante del Taller de Narrativa perteneciente a esa misma institución educativa.
La armonía del silencio (sobre una fotografía de Gerardo Nigenda)
...me canso, me canso de que siempre me utilicen como un juguete, que nunca me cuiden como yo quiero y que no me den mi lugar; porque siempre trabajo y no descanso. Yo voy de un lugar a otro trabajando de día y, también, en ocasiones, de noche cuando hay algo urgente. A veces, hay tiempo libre y descanso un rato y me pongo a dormir. Pero esto es muy poco. Siempre trabajo, voy lejos. Por eso, ahora, me preocupo por mi salud y mi bienestar, para que cuando me den trabajo me sienta feliz, contento y con muchas ganas de seguir haciendo lo que he hecho desde que era pequeño, y ahora más que ya estoy grandecito.
...
*María Oralia López Méndez estudia en la Escuela Secundaria Técnica Industrial No 36 de Altamirano, Chiapas. Es integrante del Taller de Narrativa perteneciente a esa misma institución educativa.
Dasein del ocio
Servando Becerra
Qué significa anotar un gol. ¿Es el simple acto mecánico de meter un balón en la portería enemiga y ya? O..., tiene algo, un no sé qué que tiene de maravilloso (¡oh!, san Juan de la Cruz estuviste tan cerca de saberlo). Sin embargo, a mí no me gusta tanto el futbol y, paradojas más, paradojas menos, por tonto que resulte, aún recuerdo el instante glorioso en que metí mi único y primer gol. Vaya si lo disfrute. Es, un recuerdo, un “tesoro” como lo son para Eliseo Diego: “Un laúd, un bastón,/ unas monedas,/ un ánfora, un abrigo,/ una espada,/ un baúl,/ unas hebillas,/ un caracol, un lienzo,/ una pelota.” Pero quién mejor que los verdaderos futboleros o futboleras para decir qué demonios significa meter un gol. Hay ocasiones en que la casualidad nos acerca a focos de verdadera brillantez. No diré más, sólo me limitaré a transcribir lo que leí en los textos que unos alumnos de secundaria (Técnica No 36, de Altamirano, Chiapas) de un viejo amigo mío escribieron sobre lo significó para ellos meter un GOL.
Una vez jugué un partido de futbol, en ese momento era delantero, a uno de mis compañeros le hicieron falta, en ese momento yo fui a cobrar un tiro libre directo de 33 metros fuera de la portería, hay cuatro jóvenes de la barrera; cuando lo tiré, el balón se chocó en el poste del travesaño. ¡Qué golazo tuve ese momento! Y cada semana sueño con el gol de mi vida.
José Carmelino Sántiz Álvarez
Al meter un gol por primera vez me sentí contenta y la segunda vez que jugué, jugué tanto porque quería meter un gol y nunca pude meter otro gol.
La primera vez que metí un gol me sentí muy orgullosa. Aunque no muy me gusta jugar futbol. Pero esa vez pensé que voy a seguir jugando, porque me emocionó mucho del gol, aún no puedo olvidarlo. Cada vez que juego presiento que algún día podría meter otro gol. Me siento muy feliz porque tengo un deporte divertido.
Además, no sólo eso, sino, también, cuando fallé uno de cerca de la portería, yo solo con el portero; estaba yo cerca, pero fallé, sin embargo hubo una vez que metí un gol de elevada.
Daniel Sántiz López
Poemas de José Enrique García*
El día termina envejeciendo
y enterrándose, sin dejar nada
como todos.
Y nosotros, habitantes de ese mismo día
lo recibimos en el mismo sitio,
con el mismo traje
y el saludo hecho de antemano.
Tiendo a lo lejos la mirada
busco,
más bien rebusco en derredor,
medito excusas para obviar el día,
trato de volcar la luz sobre la espera,
nada.
El día está como el primero.
Veinte y cuatro horas que levanto
mi brazo y mi palabra
y sólo este poema que termino
recuerdo y reconozco.
El otro
No lejos de mí, en mi persona,
sin escándalo, está naciendo un hombre.
Aquí mismo, en mis testarudos huesos
echa raíces este hombre,
y con la sangre de mi propio barro
se levanta.
Después, lejos de mí,
tomo el cuerpo que alimenté temprano;
se pone mi camisa,
sin permiso toma mis pantalones
y sin permiso también
abre aquella ventana para verse vestido.
Acaba por ponerse mis compañeros zapatos
y echar a andar conmigo y mis vestidos.
Ya muy lejos de mí, oigo cuando se aleja
alegre, muy alegre de saberse nacido...
Espero que se quede con todos mis cansancios.
me lleva dos pasos de camino.
Uno viene detrás perdiendo igual distancia.
No sé a cual hablarle,
distantes están de mí
que ya veo inútiles mis voces.
Me detengo,
dejo que me dé alcance el rezagado,
espero que me lleve despacio.
Es tan difícil forzar la compañía
en esta ciudad de tantos espacios ocupados;
que decido volver hecho pedazos
al centro de mi origen.
...
*José Enrique García. Nació en Santiago de los Caballeros, República Dominicana, el 26 de noviembre de 1948. Poeta, narrador y ensayista.